Quisimos tantas cosas que olvidamos

No quiero hacerte daño y enseñarte esa manera ruin que tengo de aferrarme a un sentimiento hasta destruirlo para volver a crearlo y sentir de nuevo una magia que me abandona y me esconde en una penumbra de añoranza por ser sin dejar de haber sido. Pero olvido que los corazones mal heridos tambien pueden hacer daño, que se acostumbran a latir perdiendo el ritmo, para ir sobreviviendo y sentirse ileso, pero con más motivo sangran si pretenden remover por dos con la fuerza que le puede quedar a uno solo. Que mi esperanza se aferra a nada y las palabras mal dichas me desarman porque luego encajo las piezas creando un espacio que ni tu ser ni el mio encajan. Y yo me olvido que creando las seguiamos juntas, alertando a un futuro de que volverian las sonrisas, pero se marchitan las ganas de seguir creando sin olvidar que nunca fuimos y ahora somos algo que quisimos ponerle nombre y se nos fue de las manos.